Mientras todos gritan el amor que le tiene a su patria y andan ondeando sus banderas por las calles. Vaya que en estos meses todos aman el gentilicio "guatemalteco", todos son chapines en esta fecha.
Las calles se atascan de niños con sus rostros indignados de caminar tanto y escuchar las famosas bandas que retumban los tambores y trompetas.
¡Que viva Guatemala!, la frase trillada del mes.
Mientras todos veneran a su patria, algunos lloran y reprochan de su patria.
Algunos con antorchas marcan el inicio de la celebración, todos los sedentarios ese día atan sus zapatillas y alistan su playera que dice Guatemala y salen por la famosa antorcha. Mientras los demás admiran el espectáculo.
Una vez al año las niñas y los niños respetan los trajes típicos; susurran al oído de sus compañeras que están vestidas de "inditas", mientras la mamás procuran porque su hija se vea de lo más artificial que hay, pero nadie le explica a los niños que es un traje típico y no un disfraz.
Mientras los niños en el colegio se aprenden el Himno Nacional, si ese Himno que nadie les explica que jodidos dice pero lo cantan como que si cantaran un canción pasajera. Podríamos decir que el Himno Nacional en las escuelas solo esta de moda cada año o para ser específicos solo en septiembre.
Y es que solo nos falta pintar al perro con los colores de la bandera para sentirnos más guatemaltecos, vaya ridiculez.
Calles atascadas, gritos enfrascados escapan ese día un tal 15 de septiembre, pero realmente somos libre, somos independientes, bueno eso no importa aparentemente si llevamos 194 años celebrando lo mismo y en las mismas condiciones.
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