domingo, 27 de abril de 2014

Una porquería menos

Me he dado la tarea de alterar las consecuencias de los sucedido 
y se supone que debería estar bañada en llanto y lamentos, 
alterando el presente estoy con una sobredosis de alegría. 

He sido muy mala para adaptarme a los pronósticos, 
se supone que debía vivir en chubascos eternos, 
pero he visto salir el sol no solo de madrugada. 

Ahora los brindis no son a causa de pretextos, 
tomamos una o más copas por el placer de la vida;
trasnochamos sin reproches matutinos. 

Agradeciendo a mi madre y sus puteadas 
por nunca haberme tatuado una idiotez. 

Y ahora mi voz se quiebra solamente cuando 
canto a todo pulmón una jodida canción. 
Puedo estar plena y satisfecha sin recurrir a un orgasmo. 

He encontrado el lugar donde pude saludar a la felicidad, 
tenerla de frente y decirle ¡jódete! 
Me ha tomado mucho tiempo llegar a ti.
 
Claramente he llegado acompañada.