viernes, 21 de diciembre de 2012

La ventana

La madrugada aquella tan intensa, nada tensa. 
Provocando los deseos, desatando los instintos, 
aquel frió que envidia la habitación; 
incitando a que suba la temperatura. 

Pero si no hay calefacción. 
Como no tocarte en ese momento, 
las señales eran claras.... 

El deseo era insaciable, 
Utilizamos el ruido de la calle a nuestro favor, 
la cortina que cubría la ventana, limitaba la mirada 
de los curiosos. 

Las miradas desmetian nuestras palabras, y la acciones anteriores. Tan vulnerables en aquel momento. 

Se ha iniciado la lucha entre dos cuerpos, 
En cuestiones de desvestir es un ladrón experto,
pero en sus manos no hay mas que delicadas caricias, 
que me hacen caer y entregar todo lo que tengo. 

Conocíamos el protocolo en esos casos, 
pero como si fuera la primera vez quedamos sorprendidos. 

Aquella cama gritaba, todo lo que se intentaba callar. 
Agitados por ese encuentro, dos sonrisas conmemoran el momento. 

He visto como amanece, estando junto a su cuerpo.
Escucho como todos despiertan, pero yo caigo tendida a su pies. 

Y el sentimentalismo se acerca, y me pide que te diga "no me olvides, con el resplandor del sol"
No te alejes con la madrugada, que podemos callar mas madrugadas juntos. 







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