domingo, 23 de diciembre de 2012

El capricho...

Se me olvida que las noches con Sabina,
no existe la piedad, ni el rencor...

Si me vieras como te recuerdo,
pero a eso lo llamaría exhibición.

Muchos dolores y nostalgias, están a mi alrededor,
y donde te encuentras en este momento.

Que seria la vida sin estas melodías,
he dejado la bebida en honor a tu recuerdo.

La nicotina algunas noches es mi fiel amiga,
un poco de cafeína aligera esta situación.

Pero cuando odio tu recuerdo,
la bebida aparece sin ninguna intención.

Las calles tan anchas y largas,
y mis piernas no dan para más.

Muchas madrugadas preguntando por que esta maldición,
a veces solo a veces libero miles de gritos a todo pulmón.

Y que seria mi vida si no me perdiera por este amor,
que escribiría y que le lloraría a la vida.

Como dejo este vicio, es todo un dilema dejar en paz esta historia de amor.
Estoy al final de un callejón y solo observo una pared  sucia y fría.

 De suciedad y soledades, hablo todo el día,
una vez al mes me doy la tarea de no volver a la vida.

Y estas noches con Sabina, me recuerdan que me gusta el amor sin celos.







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