sábado, 5 de noviembre de 2011

Viuda



Demacrada, resentida
Con malicia
Tu piel  reseca
Labios partidos
Resentidos
Ojos rojos
Sin sentido
Ropa negra, holgada, desgastada
Acompañada de un rosario
Detrás de la ropa
La mujer
Que aguarda a su hombre
Pero el ya no es hombre
Se guarda su deseo
Un sueño
Moja la casa,
Te buscan, te desean
Toma su rosario, reza
Un padre nuestro
Se confiesa, si el deseo
De la carne no es pecado
Excepto para los curas
Cura porque no le curas
El deseo
Pensamiento pecaminoso
Se dejó vencer por  la carne
En la cocina
No cocino
Solo se retorció
El carnicero, dejo su carne
Con sazón
Sin razón
Viuda, mancho su luto
Con una mancha blanca
En el negro, oscuro
Qué bueno que la luz
No alumbra allí

No hay comentarios:

Publicar un comentario