martes, 17 de febrero de 2015

Lolita quería ver la luna

Lolita quería tocar la luna pero Lolita apenas y podía verla. Lolita vivía donde no existe el  día, solo la noche que es más oscura que un gato negro. Lolita trabajaba de día y de noche para poder alimentar a sus hermanos, a veces a Lolita se le olvida comer, calzar o dormir pero nunca se le olvidaba darle de comer a sus hermanos.  

Ella no tenía ni mamá, ni papá solo tenía tres hermanos  y un perro que le ladraba todo el día porque también tenía hambre.
Ella no odia ser pobre, ella sabía que tenía que trabajar más que los demás. Todos los días escuchaba una voz que le decía ¿cómo harás para llegar a la luna Lolita? Lolita a veces se desmayaba de tanto trabajar, veía sus manos negras y cansadas y solo podía llorar.

Un día llegaron varios extraños a ver a Lolita y a su familia les dieron comida, los vistieron, los bañaron eran unos niños felices. Lolita esa noche durmió muy muy feliz. Con una sonrisa en el rostro Lolita susurro, estoy lista para ver la Luna.


Esa misma noche Lolita fue metida en una cajita blanca y la Luna salió para darle el último adiós. 

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