Inmerso en mí
ser,
Sus manos
tan delicadas,
Recorren sombras
inexistentes en mí.
Impredecible
la caricia,
La mordida
sin malicia,
Una caricia
con carisma.
El beso que todo
lo confirma.
Un abrazo
que sella el encuentro.
El sollozo,
exclama la felicidad,
El grito que
se ahoga en tu mirada,
Las palabras
que se encierran en tus labios.
Propensos,
expuestos,
Sin vestidura
ni armadura,
Iniciamos la
guerra,
No se
derrama sangre, ni lágrimas,
Suspiros de alegría,
miradas de simpatía.
Confirmando
un sentimiento,
Despejando
las nubes que no habitan en el cielo,
Imaginando como
no embriagarme de este sentimiento.
Demasiado tarde,
estamos vencidos…
Dos heridos
anuncian las noticias,
Ningún herido
a muerte,
Sólo síntomas
de post guerra.
Alucinaciones
constantes, tan reales.
Sonidos persisten
en mi mente,
Las voces
que recuerdan una mirada constante.
Luchando para que todo sea real.
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