
una caricia sin malicia,
una sonrisa en medio de la brisa,
un amanecer en mis mejillas.
Y usted tan fuerte, tan delicado,
demasiado consentidor,
extremadamente terco;
y por momentos inquieto.
Verle sonreír es placer,
Que sería un invierno, si no estoy a su lado,
Estar junto a él , es estar en la primavera;
Juntos creamos un verano.
Sus manos tan delicadas,
demasiados dedicadas;
La mirada intrigante,
si necesito un poco de esfuerzo,
esa intriga que me excita;
Y aparece la sonrisa,
la mirada perdida;
que me confirma que he cumplido.